
Por: administrador
Durante la escolaridad es importante brindar a los alumnos diversas oportunidades para aproximarse a la lectura y a la escritura. No se lee de la misma forma un cuento de misterio o una canción de cuna o si las ilustraciones reproducen casi literalmente lo que el texto dice o si permiten otras interpretaciones que enriquecen el significado.
La Lectura

Para hablar de “lectura” es necesario aclarar qué entendemos por leer. Porque si entendemos que leer implica “lograr dominio suficiente del código escrito para descifrar grafía con cierto grado de automatización”, estamos definiendo apenas una parte del proceso.
Pero leer es comprender y no decodificar... Decodificar, son los clavos, y el martillo. Es el abecedario de la a hasta la z. Esta es una parte del acto de leer, pero se requiere de la otra mitad, del lugar dónde deberán habitar esas letras, y esa parte del mundo es el que gira alrededor de cada niño y niña.
Este mundo completo es el que tenemos que enseñar en la escuela, porque él existe para comprenderlo, consultarlo, habitarlo, eso es leer, y es imposible concebirlo por partes. Y este proceso es el que hay que enseñar en la escuela:
- Relacionar lo que dice el texto con lo que ya sabe.
- Evaluar los datos obtenidos con respecto a los que ya posee.
- Reconsiderar el conjunto, reformular los contenidos anteriores, valorar su estética y sobre todo comprender el significado.
- Leer en el sentido de recrear el mundo del autor, de latir con el ritmo de la obra, o del texto para sentir que la lectura además de ser gozosa es útil y fundamental para la vida.
Para lograr esto, debemos buscar el equilibrio de los dos modelos de enseñanza de la lectura. El Modelo de Destreza, el tradicional, es decir, el aprendizaje explícito del código y la captación del significado –Modelo Holístico- de los textos escritos y su funcionalidad como medio de información, estudio , recreación y goce estético .
Si enseñamos el proceso en su conjunto, ya no tendremos niños que han olvidado leer, porque leer para ellos tendrá sentido.
La escritura

De los niños y niñas pequeños debemos tener cuidado, porque no faltan sus rayas y trazos en en alguna pared o fotografía que guardábamos por años, o aquel libro hermoso, regalo de un ser querido, dónde no escribieran con infinita dedicación, alguna raya gruesa de importante significado para ellos o ellas. Lo importante es que todos tenemos necesidad imperiosa de escribir. Sin embargo, en la escuela, los niños no lo quieren hacer y se quejan porque se les hace cuesta arriba escribir.
No es necesario siquiera que lo expresen con palabras, se advierte en sus pocas ganas de sentarse lápiz en mano y comenzar. Ellos escriben sin ganas pequeños textos, y su preocupación más explícita es “saber la cantidad de palabras que habría que escribir o de cuantas páginas estamos hablando.”
La verdad es que muchos docentes quisiéramos un modelo que obligue a los alumnos/as a usar bien la puntuación y las mayúsculas y que ojalá lo libere de la enseñanza de la escritura, porque los niños se resisten a escribir, y los docentes muchas veces, bajan los brazos en señal de derrota.
Lo concreto es que los niños deben aprender a aprender.
Aprender a escribir produciendo textos y para esto es necesario indudablemente dominar la destreza de la escritura manuscrita. Al igual que la enseñanza de la lectura, es necesario basar el aprendizaje en el enfoque balanceado, enfatizando la producción de textos literarios y no literarios, dominando las destrezas de la escritura manuscrita y digital para que los textos sean legibles y cumplan su función comunicativa tanto para el que escribe como para el que lee el texto. Escribir bien, con buena letra, correcta gramática y ortografía, permite enfrentarse a un texto legible y de fácil comprensión. Para ello es necesario trabajar en la escuela la reescritura, que será la manera más eficaz en que el niño y niña reconozca sus errores, los modifique y se arme de una batería de aprendizajes que muchas veces le cuesta comprender en teoría. Los niños y niñas tienen vidas interesantes, ellos y ellas tienen que contarla, tienen que dejar sus testimonios. Pero para ello debemos enseñar el proceso. Un cuento comienza, tienen un desarrollo y concluye. La poesía tiene sus propias características, los textos no literarios se escriben de otra manera enseñar el proceso es el gran tema que debemos manejar en la escuela.
Extraído del sitio web: http://www.santillana.com.ar/02/eval/leer1.pdf
Extraído del sitio web: http://www.santillana.com.ar/02/eval/leer1.pdf